El paisaje del Caurel está dominado por el monte bajo, o matorral, y sobre todo por el bosque de castaños (souto), no habiendo ningún pueblo que no esté rodeado de una espesa masa de castaños.

Esto propicia la cría y refugio de un gran número de animales, como la lechuza (avelaiona), el arrendajo, la urraca, el tordo y sobre todo el jabalí, que basa su dieta en las castañas y algunas raíces comestibles que encuentra hozando en el suelo, gracias a su desarrollado olfato.

En el Caurel hay varios bosques autóctonos, llamados devesas. La mas conocida es la devesa de Rugueira, considerada la reserva botánica mas importante de Galicia.

El lobo es el animal salvaje emblemático del Caurel, siendo su presencia relativamente abundante, aunque es difícil de ver, a causa de sus hábitos nocturnos.

En otras épocas fué común la presencia de osos pardos en el Caurel, como atestiguan los numerosos albares que se conservan esparcidos por los montes. Recientemente esta especie está en recuperación, con varias familias de osos asentadas en la sierra.